Diseñados para servir

Me gusta rodearme de gente exitosa, personas que han conquistado y comprendido el verdadero significado de ésta palabra: poner nuestros dones y talentos al servicio de los demás. Tuvimos el ejemplo más bello de esta ley de vida cuando Jesús habitó entre nosotros y nos mostró que todos fuimos diseñados para servir.

¿Te cuesta trabajo servir a los demás?

En algunas ocasiones nuestra personalidad o la manera en que fuimos educados condicionan la forma en que concebimos  la acción de servir a los demás. Algunos lo interpretan como una manera de subordinarse o de comprometer su ego, para otros es una falta de carácter o ambición el anteponer el beneficio de los demás, antes del propio.

Imagina lo siguiente, ¿qué pasaría si todos asumiéramos la responsabilidad de ayudar a alguien a que  alcance sus objetivos? A través de tus contactos, tus recursos, disposición y tiempo sin duda lo lograrías. Ahora imagina que alguien más estaría haciendo lo mismo por ti, tendríamos una cadena infinita de personas sirviéndose entre sí, con sus dones y talentos para ayudar a otros a realizar sus sueños. Esto es posible, todos fuimos diseñados para servir.

¿Cómo puedo servir a los demás?

Primeramente debes responder a la pregunta ¿cuáles son mis dones y talentos? Todos sin excepción fuimos dotados con habilidades especiales para algo, una vez que lo identifiques siempre hay forma de aprovecharlo para ayudar a otros. 

Es decir si tu talento es el don de la palabra, puedes convertirte en una inspiradora o consejera en cualquiera de tus círculos; no estamos hablando de tener una profesión para servir a otros, sino de hacerlo con la gente que está a tu alrededor, como amiga, como pareja, como miembro de una congregación o comunidad.

Siempre hay espacios y áreas de oportunidad para quienes desean ser luz para alguien más, solo hace falta prestar más atención, escuchar con más detalle y no perder pista de lo que sucede a nuestro alrededor.  No hay excusas ni barreras cuando aceptas caminar agradecido y consciente de que fuimos diseñados para servir.

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